Esta prueba es anónima y no guarda resultados.
Para acceder a las pruebas asignadas por tu profesor,
debes iniciar sesión e ir a Mi espacio.
Fragmento de: Arlindo Yip, Daniel Nesquens
Arlindo Yip vive solo. Su casa es pequeña, sin apenas muebles. Se trata de un cuarto piso sin ascensor. Así que cuando el señor del butano, robusto él, tiene que subir alguna bombona, cierra los ojos y maldice entre dientes. Menos mal que Arlindo Yip le da una propina que el repartidor guarda en un bolsillo especial.
Una fría mañana de enero, Arlindo no disponía de monedas sueltas para la gratificación y pensó que no sería mala cosa obsequiar al vigoroso repartidor con un libro que había terminado de leer recientemente.
–Tome –le dijo Arlindo Yip.
–¿Un libro? ¿Para qué quiero un libro? ¡Más peso todavía! –se quejó, y con razón, el repartidor de bombonas a domicilio.
Arlindo Yip lo miró sorprendido, la respuesta de aquel hombre le había pillado fuera de juego. Se rascó la cabeza, pensando qué contestar.
–No hace falta que lo lea. La verdad es que no cuenta nada nuevo. Ya sabe: pura palabrería. Pero seguro que se enamora de la protagonista. Es alta, morena, de ojos claros… Dulce, cariñosa, hermosa…
–¿Y sabe hacer huevos fritos con patatas fritas?
–¿Quién? –preguntó tontamente Arlindo Yip.
–¡Quién va a ser! La protagonista. Esa joven morena, cariñosa…
–Perfectamente.
A partir de ese día el repartidor no se separó del libro. Aprovechaba las retenciones de tráfico, los semáforos en rojo, las paradas en los stops, los trayectos en ascensor, su camino a casa para seguir leyendo. Leía como nunca antes lo había hecho.
© 2009-2023 Editorial Casals S.A.
Aviso Legal |
Mapa web |
Créditos